Cuando lo que estaba bien ya no lo está, cuando lo que era ya no lo es tanto, nos consolamos con un: Supongo que tenía que pasar…
Pero es que igual no. Igual no tenía que pasar.
Igual has ido dejando que pase, o el otro, o los dos lo habéis permitido.
Igual no tiene que seguir pasando y todavía lo puedes reavivar.
Igual no tiene que seguir pasando y todavía lo puedes reavivar.
Que mucho en esta vida es como hacer una tortilla: si tu no le das la vuelta, nadie se la va a dar.
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