lunes, 31 de octubre de 2016

¡Sonrían por favor!

Ella tiene algo inconfundible. Y como ella, muchas personas más en la faz de la Tierra, pero en nuestro Mundo cercano, muy pocos  lo tienen. Nuestro instinto reconoce las señales que nos llegan del exterior, antes incluso de que podamos darnos cuenta, y nos mueve por impulsos, nos acerca a las personas. A veces, definimos como casualidad aquellas decisiones que nuestro cuerpo toma, sin consultarnos, por nuestro bienestar. Hay personas que son un imán, te atraen con una fuerza sobrenatural hacia sí mismas, mientras que tú solo eres capaz de centrar tu atención en el punto clave de su campo magnético: Una sonrisa sincera.


La señal que emite es tan grande que oponerse, únicamente es retrasar lo inevitable. Rompe todas las frecuencias, te pone a tono. Irradia luz, deja una estela que ilumina el ambiente hasta cuando se marcha. Su aura llama la atención. Por una milésima de segundo se hace el silencio a su paso. Quien la tiene lo sabe, la suelta con total naturalidad, una y otra vez, como si no hubiese 50 miradas pendientes de su curva. Ser el signo de máxima belleza bastante tiene que ver con ser el reflejo de la propia autoestima. Igual que los ojos reflejan el color del alma.

¿Y qué me dices de lo bien que sienta? Sonríe y devora la vida. Basta un solo gesto para romperte los esquemas y quitarte las tonterías. Borra de un soplo los males, te da gas para seguir volando. 
Up&Up. 
Es la excepción que confirma la regla, esa curva que pone todo recto. Mantiene a raya las malas caras y pone firme a las expectativas cuando bajan. Brilla de lejos, brilla de cerca y su luz se cuela por cada una de tus grietas llenando tu satisfacción hasta los topes. Derrama los reproches. Ahoga las penas. Despierta pasiones ¿Qué será lo que tiene?¿Cómo lo hace? Conseguir creer que todo es posible con su presencia.


¿Crees que lo has visto todo? No la has visto quedarse en las buenas, las duras y las maduras. No importan las circunstancias, fiel a su escala de valores, sale a relucir llueva, truene o caigan copos de nieve. Eso no se hace, ¿sabes? Elevarte del suelo a diferencia de quien  solo ofrece lamentos... Como decía, ella tiene algo inconfundible. Es auténtica. Estremece pensar que ciertas cosas puedan fundir esa sonrisa sincera que siempre amanece. Debería estar protegida con una patente, por si mañana fuera tarde.

De repente te das cuenta que tener una persona así es un regalo caído del cielo. El valor de su sonrisa no se mide por las envidias que a su alrededor nacen, sino por los sentimientos que en ti siembra.
La carencia de elementos esenciales daña nuestro cuerpo en todos los sentidos. Por eso gusta tanto tenerla cerca. 

miércoles, 12 de octubre de 2016

Que el otoño te moje

Se ha abierto la vereda. La caída de las hojas sentencia su llegada, al fin las heridas que pusimos a secar al sol, hace dos meses, empiezan a tomar un tono pálido. Un soplo de aire fresco, las hojas caen como todo en esta vida, por su propio peso, marcando un nuevo sendero. 

Mudamos la piel, exfoliamos las viejas preocupaciones para nutrirnos de nuevas ilusiones. El ocaso del verano cierra todos los círculos y los asuntos pendientes. Hacemos limpia, renovamos el fondo de armario, mente, cuerpo y alma. Nos apetece todo, engordamos las horas con cosas que hacer, sitios que descubrir y vínculos que mantener. Nos bebemos las horas y nos comemos los días sin dejar ni una miga de aburrimiento. 

Temporada tras temporada cerramos con un sentimiento.


¿Qué hay detrás de un nuevo comienzo? 

Un refugio personal que lleva escrito << hecho a mano>> Un santuario que se mide por el alto de tus sueños y el ancho que ocupan las ganas de alcanzarlos. 

Hablemos de volúmenes, dime si el espacio que llena tu sonrisa en cada nuevo día, no es equiparable a todos los mares. Dime si tus ojos no rebosan al hablar de tus planes y pasiones. Pequeñas y grandes ambiciones por las que hacen chiribitas. Proyectos por los que te quitas horas de sueño esperanzándote con ganar años de vida. Lazos que reclaman tu atención a cambio de buenos recuerdos.

Transformación, que no pérdida. 

Lo que se pierde por un lado se gana por el otro, aunque no se vea o en ese momento no podamos entenderlo. Por cada hoja que cae una nueva promesa nace. 

Mide los litros por metro cuadrado que te han llenado cada uno de sus gestos, cada caricia, cada llamada y las veces que te han obligado a mirar siempre hacia arriba. Toma nota de los besos que te han calado hasta los huesos

Solo las cosas verdaderamente buenas nacen del estímulo primario y ascienden poco a poco.


Son esas relaciones que surgen de la nada, familiares, de amistad o sentimentales, y provocan el deshielo de glaciares que nada ni nadie podía mover. 

Prestigiosas.
Es la mejor forma que se me ocurre para definirlas. 

Ejemplo de resistencia, una suma de actos y palabras enredados de manera sublime, personas que te llenan sin prisa, gota a gota, como esa lluvia que cae sin que se note pero te deja empapado para cuando te quieres dar cuenta. 

Y ¿qué debemos hacer al respecto? Dejar que el otoño te moje, augurarles un buen pronóstico con la firmeza de nuestras decisiones.

Nunca pienses que algo no es trascendente, porque con el tiempo todo cobra importancia.