miércoles, 23 de diciembre de 2015

Dejemos que el tiempo pase

El tiempo no espera a nadie, el tiempo vuela. Hay momentos en los que me inquieta ver lo rápido pasan los días, sobre todo en estas fechas en las que se acerca el final de año. El tic-tac nos avisa de que esto se acaba, cada vuelta de reloj  nos pregunta cuáles serán nuestros propósitos cuando el marcador vuelva a estar a cero. A golpe de aguja nos llenamos de respuestas.

Sigamos dejándonos huella sin necesidad de herir. Pongamos otra montaña de folios en blanco sobre la que seguir escribiendo un continuará... Seamos el oasis que fuimos cuando alrededor sólo había dunas de nieve. Volvamos a ser el puerto seguro al que acudir cuando nuestra cabeza se llene de arenas movedizas.


Bailemos cuando no podamos más. Vamos a quedarnos de rodillas, con la espalda completamente apoyada en el suelo, para coger todo el impulso. Vamos a no mirar el vaso medio lleno cuando no tenga ni gota de agua, mejor es que encontremos la forma de salir de él. 

Disfracémonos de héroes y heroínas, pero reconozcamos que no hay capa que tape los nervios y el miedo en los momentos más difíciles.

Recuperemos la ingenuidad  y el entusiasmo. Al final, de lo que se trata, es de tener bien abiertos los ojos para descubrir gente valiosa que pasa por tu lado. Y de creer en los cuentos.


Seamos egoístas, guardémonos para nosotros las fotos que capturamos y así retenerlas en nuestra memoria. Que no es el atardecer, sino con quien lo ves. Coleccionemos momentos y no cosas. Quitémonos el peso que llevamos acumulado. Aligerar la mochila, el armario, la cabeza, los días.. de personas y cosas que no nos hacen realmente feliz.

Guardemos su recuerdo empapado con el cariño que deja el paso del tiempo.

Preguntémonos antes de dar por hecho. Que no corramos antes de que pongan las calles. Hablemos de lo que nos pasa cuando decimos que no nos pasa nada. Quitémonos la coraza con quien nos quita la careta de "todo va bien" con solo mirarnos de reojo. Despejemos las dudas de quiénes son. Que nuestra intuición borre de un soplo la indecisión en el momento adecuado.


Dejemos que el tiempo pase. Queramos o no, ya lo hace y así seguirá, pero quedémonos nosotros. Que encontremos cada día, al menos, un motivo por el que no perderlo. Que no pasemos de largo en nuestros días mientras las horas se deslizan por nuestras manos. 

Quedémonos cerca de las personas que nos quieren. 

Que nos sobren los motivos y sigamos teniendo razones por las que compartir nuestros caminos. Mirémonos de cerca y de frente. Dejemos que el tiempo pase mientras nosotros nos seguimos invitando a descubrir a qué huelen nuestras vidas.

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